sábado, 25 de diciembre de 2010

La Verdad sobre Papa Noel




Todos en algún momento de nuestra infancia creímos que Papa Noel existía, mucho más que nos traería asombrosos regalos si nos portábamos bien durante todo el año. Se supone que el baja por la chimenea (aunque mi casa nunca tuvo una) y deja los regalos debajo del árbol, a las doce de la madrugada de noche buena.

Más que recordar o saber que es un viejito que trabaja todo el año en juguetes para niños, en el polo norte. Debemos de conocer que la vida del Obispo Nicolás de Myra, su verdadero nombre, es digna de recordar por su bondad y el inmenso amor de Cristo, mostrado en sus actos.

Nicolás nació en lo que antes era Grecia, hoy conocido como la costa sur este de Turquía. Sus padres, personas muy adineradas, eran muy devotos de Dios y las escrituras. Siempre llevaban a Nicolás a los servicios religiosos.

A los jóvenes cristianos de esa época se les enseñaba La Didaché, una antigua guía de principios para tener una vida recta, que invitaba a los cristianos a aceptar gustosa y plenamente los dos grandes mandamientos: amar a Dios con todo el corazón, y amar al prójimo como a sí mismo.

Y, parte de aquí la gran devoción que tenia Nicolás por seguir el ejemplo de Jesús al ayudar a los más necesitados. El gastaba cada centavo que tenía en ayudar a los pobres y necesitados. Incluso cuando sus padres murieron el gasto toda su herencia en su misión de ayudar al prójimo. Compartía con otros lo que por la gracia de Dios había recibido.

Lo que más debemos recalcar sobre su vida es que fue un hombre de Dios, dispuesto a dejar todo lo que tenia para ayudar a los demás. Esa es la enseñanza que debemos compartir sobre Nicolás de Myra o Papa Noel con los demás. No que es un anciano engordado que come galletas y trae juguetes a los que se portan bien. 

 
Sin olvidarnos siempre que Jesús es el centro de la Navidad, el verdadero propósito por el cual existe esta fecha y su verdadero origen. Todo nació esa bella noche en Belén, cuando su estrella ilumino el cielo.

Es una pena que hoy el marketing lo ha tomado como un símbolo plenamente comercial, y eso es en lo que muchos están creyendo que Navidad es simplemente para comprar y consumir, para recibir y no para dar. La Navidad no es comprar hasta el cansancio, es compartir, amar, gozar y alumbrar con el amor de Cristo los corazones de los demás.


Si quieres conocer un poco más acerca de Nicolás de Myra, aquí te proveo el link: http://es.wikipedia.org/wiki/Nicol%C3%A1s_de_Bari 

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