lunes, 26 de octubre de 2009

Siervos del Altísimo: Fe que trasiende el tiempo


La mujer del flujo de sangre
Marcos 5:21-34


La Biblia no nos dice mucho sobre ella, ni siquiera su nombre. Pero si nos dice lo que necesitamos saber para comprenderla. Una mujer, con una enfermedad de flujo de sangre; de acuerdo a las raíces culturales, era considerada impura, poca cosa e indigna de tan siquiera hablarle. Ahora, imagínese el corrompimiento físico, espiritual, social y emocional que esta mujer sufrió por 12 años. Sin dinero, ni hogar, sin cura y quizás con pocas ansias de vivir.
Por: Angélica Pérez

Al escuchar del maestro de ese magnífico sanador, un hombre que andaba por las calles de Jerusalén impactando vidas, perdonando personas e inclusive resucitando muertos. La fe de la mujer creció, imagino como al escuchar de Él seguramente pensó en la sanidad que podría traer a su vida misma. "Si tan solo tocare el borde de su manto..." El abrirse paso en medio de la multitud y tocar el manto de Jesús fue, más que un magno paso de Fe, fue mas bien el primer paso hacia una nueva vida, una que ella añoraba hacía ya 12 años.
La fe de la mujer venció todas las barreras físicas, sociales, espirituales y emocionales que su enfermedad le había provocado. Así como ella se atrevió a tocar el manto de Jesús, nosotros debemos atrevernos a declarar con FE que cualquier tipo de quebranto o atadura no prevalecerá en nuestras vidas. Pues tal vez no podamos tocar el manto de Jesús físicamente pero nuestra FE, si esta puesta en Jesús, si tocará su manto y seremos sanados. No importa el tiempo no importa el quebranto que sea, para DIOS NADA ES IMPOSIBLE.


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