viernes, 9 de octubre de 2009

Caminando en los pasos de Cristo


Salmos 32:8 "Te haré entender, y te enseñaré el camino que debes andar, sobre tí fijaré mis ojos."

Cuando tenemos problemas solemos agarrarnos de la mano de Jesús y no soltarla, es como un niño que está agarrado de la mano de su mamá y no la suelta hasta llegar a un lugar seguro. Sin embargo una vez pone pie en ese lugar seguro, comienza a explorar y se suelta de la mano de su mamá, quizás para jugar con otros niños o con un juguete. Acaso no hacemos nosotros lo mismo? Cometemos el error de comenzar a ver esos "juguetes" y cosas que nos llaman la atención y nos soltamos de la mano de Jesús para irnos a explorar lugares desconocidos.

Debemos ser cuidadosos con esto puede parecer que por el camino que Jesús nos quiere llevar no es el más atractivo pero es el que nos traerá gozo que no acaba, paz, luz, sabiduría y toda buena dádiva. Santiago 1: 17 dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." Encontraremos pruebas y obstáculos en este camino pero serán en esos momentos en los cuales Jesús estará a nuestro lado para levantarnos, ayudarnos a atravesar los obstáculos y salir adelante.

Salmos 25:8b- 9 "Por tanto él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera." Si le permitimos a Cristo guiar nuestros caminos y seguimos sus pasos, llegaremos a la vida eterna y obtendremos la victoria. No permitamos que las tentaciones y las distracciones nos alejen del camino correcto y tampoco nos desanimemos por los obstáculos y pruebas que podemos encontrar en el caminar con Jesús. Después de todo recuerden que luego de cada una de esas pruebas una gran bendición podremos ver.
Por: Angélica Pérez

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