La vida no
es nada fácil y la vida cristiana se hace mucho más difícil a medida que el
tiempo pasa. Por años he vivido pensando que cuando uno falla tiene que empezar
de cero una vez más. Aún cuando he motivado a muchos a levantarse y continuar,
yo misma no he sido capaz de perdonarme cuando fallo y por lo tanto me levanto y
regreso al punto de partida. Yo he sabido regresar atrás como si cada vez que
cayere significase que debo repetir todos los pasos.
Cuando un
atleta está en una carrera el no regresa al punto de partida si se cae…él se
levanta, sacude sus rodillas y comienza a correr una vez más. Este año he
aprendido que no puedo regresar día tras día al punto de partida. He aprendido
que en la vida cristiana no hay tiempo para empezar de cero. En esta vida sólo
hay tiempo para continuar. Solo tengo
tiempo para crecer y aprender de mis errores no tratar de re-hacer lo que ya
hice. El tiempo no corre en reversa y nosotros tampoco deberíamos hacerlo.
La realidad
es que Dios no espera que nosotros comencemos desde cero cada vez que fallamos
y tampoco quiere vernos en una esquina pensando sobre los grandes fracasos que
somos. ¡Es tiempo ya! Es tiempo de levantarnos, sacudir nuestras rodillas y correr
porque la meta está al alcance de nuestras manos, solo tenemos que correr…correr
con fuerzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario