miércoles, 24 de junio de 2009

“Echa tu pan en las aguas”







Eclesiastés 11: 1-2
“Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aún a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.”

Mayordomía, a veces la palabra cansa y a veces no reflexionamos en ella, a veces evadimos el tema de tantas veces que lo hemos oído y otras simplemente debemos reconocer que no la ponemos en practica como se debe. Usualmente la asociamos a los diezmos y ofrendas, al tiempo dedicado a Dios y a la obra... pero más allá de ello, hay una mayordomía que posiblemente hayas escuchado antes.

“Echa tu pan sobre las aguas...” Que te parece si lo ves como si Dios te pidiera que le demos los talentos y dones que Él te nos ha dado, que echemos nuestro pan en sus aguas, que lo multipliquemos y perfeccionemos de manera tal que una vez nuestros talentos hayan llegado a su máximo esplendor (“después de muchos días lo hallarás...”) sean usados para bendecir, mostrar la gloria de Dios en nuestras vidas y exaltar su santo nombre.
(“ Reparte a siete, y aun a ocho...”)

Porque si ponemos en las manos de Dios y en sus aguas nuestro pan, permitiremos que Él obre en nosotros, que seamos instrumentos a través de los cuales Él lleve bendición, porque no sabemos como Dios obre con nosotros en las vidas de aquellos que están perdidos o que necesitan bendición, de esta forma seremos magníficos mayordomos de nuestros dones y talentos, y lograremos ya no ser un instrumento sin uso, sino uno que cuando las manos de Dios lo tocan de él salen las mas hermosas melodías
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Por: Angélica Pérez

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