domingo, 1 de enero de 2012

Comienza tu Año Alabando al Señor



En el libro Vive Como un Loco por Jesús (por DC Talk) hay un capítulo dedicado a la alabanza. “Alaba como un loco por Jesús” repite el libro una y otra vez. La realidad es que la alabanza es una herramienta tan esencial como lo son la palabra y la oración. No podemos crecer si no nos comunicamos con Dios por medio de la oración, no podemos aprender las verdades de su reino si no escudriñamos su palabra pero tampoco podemos habitar en continua armonía y gozo con el Espíritu sino aprendemos a alabarle en todo momento. 

Nuestro Dios “habita en medio de la alabanza” (Salmo 22:3), él se regocija al escuchar los canticos que sus hijos alzan con voz de júbilo y glorificación. Alabar a Dios en tiempos de felicidad, llegar al templo y comenzar a cantar al son de la música son cosas que aprendemos a hacer sin dificultad. La alabanza que Dios busca, es la que vive en el espíritu, es aquella que sale de tus labios no sólo cuando estas en la iglesia sino en cualquier lugar donde sientas el deseo de alabar su nombre. 

Recuerdo que mientras leía el capitulo un párrafo leía así: “los verdaderos locos por Jesús le alabamos en el bus, el baño, en la cocina, de camino al trabajo y en cualquier lugar por que no podemos evitar alabar a nuestro Dios…” 

Lo más difícil (¡pero no imposible!) en el caminar cristiano es creer y seguir hacia adelante cuando la vista deja de ser panorámica y nubes negras se acumulan frente a ti. Cuando la tribulación llega o las pruebas no cesan de llegar es cuando mengua la oración, la lectura y la alabanza. Pero debe ser todo lo contrario es en esos momentos donde estas tres actividades deben ser realizadas al máximo.
 
La alabanza tiene un poder restaurador en medio de las pruebas, es un letal instrumento de guerra. Recuerda que DIOS HABITA en medio de la alabanza. Cuando alabamos a Dios en medio de las pruebas estamos proclamando su presencia y gozándonos en medio del dolor. Alabar en tiempos de prueba no solo nos hace estar ‘locos por Jesús’ como el libro menciona sino que también renueva nuestras fuerzas y le demuestra al enemigo que contamos con un Dios protector que responde al cantar de sus hijos. 

He sabido estar de rodillas orando y levantarme a alabar al Señor porque sé que el sentir su presencia me inundará de gozo, he sabido querer llorar y cantar un coro que termina haciéndome sonreír. Cuando vivimos alabando a Dios añadimos a nuestro rostro ese “brillo especial” que hace que los demás nos digan “Tú eres cristiano.” Este año te invito a que alabes al Señor como si estuvieras
loco por Él, loco de amor, loco de felicidad por tu Dios, tu padre, tu Rey y Salvador. 

1 comentario:

  1. ENAMOREMONOS MAS Y MAS DEL REY ,Y MEJOR MAS ENAMOREMOS ,A NUESTRO REY DANDOLE LO MEJOR DE NOSOTROS NUESTRA ESENCIA,TODO NUESTRO AMOR ,AMANDOLE.
    OBEDECIENDOLE,EN TODO LO QUE EL MANDA. Y MUCHA ALABANZA ,HOMRRA,GLORIA.OBEDIENCIA RESPETO,DECLAREMOS DEUTORNOMIO 28;-1 AL 14.DIOS LES BENDIGA.

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