Para mí, el perdón fue creado
primordialmente por la necesidad que tiene cada víctima de perdonar y sanar sus
heridas. Es cierto que cuando una persona esta genuinamente arrepentida pedir y
recibir el perdón es lo mejor que puede tener y su alma camina nuevamente en
paz. Sin embargo, la triste realidad del diario vivir nos presenta con personas
que nos hieren y no piden perdón genuinamente.
Cuando nos enfrentamos a situaciones así,
necesitamos la fortaleza y el amor necesario para entonces perdonar a quienes
nos hieren y nunca se arrepienten genuinamente del daño que provocaron. Esto lo
aprendí tras dolorosos procesos en los que tuve que admitir que si no perdonaba
mi alma y corazón se secarían por el rencor y amargura que reinaban en mí.
Dios nos pide que perdonemos, no solo
porque el conoce el arte de perdonar sino porque también ansia ver nuestros
corazones limpios de toda amargura que nos impide crecer espiritualmente. Les
comparto este video del predicador, Dante Gebel, acerca de este tema del perdón.
Espero que sea de bendición.
Angélica Pérez Ortiz
Autor de la imagen: Desconocido.
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