En China, un pastor
llamado Li Dexian se preparaba para dar su sermón cuando las puertas de su
iglesia fueron abiertas por oficiales armados de la Seguridad Publica China
quienes entraron amenazando a sus feligreses y agarrando al pastor para
arrestarlo. Antes de que los oficiales
pudieran llevárselo el pastor les pidió que le permitieran llevarse su bolso.
Ellos quisieron saber qué llevaba en el y se sorprendieron al ver que el mismo
contenía una muda de ropa limpia y una frazada, el pastor les informó que
esperaba ser arrestado por ellos ese día. En otras ocasiones la policía lo había
arrestado y torturado cruelmente y ya le habían avisado que la policía lo
estaba buscando una vez más. Para Li
Dexian, ir a predicar a su iglesia ese
día significaba volver a ser arrestado y torturado; por eso en ese día fue
preparado.
“Amados, no os sorprendáis del
fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si
alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo.”
1Pedro 4:12
Li conocía las
consecuencias de predicar en su país y aún así hizo un compromiso con Dios. Estaba
preparado para las consecuencias aunque estas le privaran de su libertad y
salud física. Cuando estamos listos a enfrentar
los sacrificios que el vivir con Cristo nos presenta demostramos que estamos
comprometidos. El no estar dispuestos a hacer sacrificio alguno solo
demuestra que hemos hecho un compromiso a medias. No estamos dispuestos a dar
el todo por el todo.
Para todo cristiano
vivir honrando a Dios representa un sacrificio o quizás varios. Los sacrificios tienden a ser cosas o
personas que entorpecen nuestro crecimiento espiritual y necesitan ser sacadas
del nuestra vida. Cualquiera que sea el sacrificio, una vez te comprometes
con el Señor debes estar dispuesto a, preparado y que no te tome por sorpresa.
La oración, el ayuno,
la lectura de la palabra de Dios, la alabanza y la adoración son nuestras armas
para prepararnos y mantenernos en comunicación con Dios. Son nuestro alimento espiritual y la llave a mantenernos en contacto
directo con Dios, quien nos enseñara el camino que ha separado para nosotros.
(Salmo 32:8) Por medio de esta comunicación es que nos podemos preparar
emocional y espiritualmente para lo inesperado.
“Por eso, también vosotros estad
preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre” Mateo
24:44
Así como no sabemos el
momento en que Jesús vendrá por nosotros tampoco sabemos cuando las pruebas
llegaran o cuando el momento del sacrificio se aproxima. Sin embargo tenemos certeza de que en algún momento
vendrán y debemos esperarlas preparados con nuestro “bolso” en mano. Como dice
el apóstol Pedro: que no nos sorprendan, por el contrario, ya que el momento ha
llegado estamos listos para enfrentarlo.
Dios nos provee las herramientas
para preparar nuestra alma y nuestro espíritu, en ocasiones nos avisa de lo que
esta por venir; queda en nosotros demostrarle que hemos hecho un compromiso
verdadero cuando el momento del sacrificio se aproxima y estamos preparados.
Oro para que de hoy en
adelante podamos presentarnos ante Dios con nuestro “bolso” preparado, listos
para enfrentar las pruebas y dispuestos a hacer los sacrificios
pertinentes. Que sea nuestro Dios
glorificándose en nosotros y que por su gracia alcancemos la victoria en
Cristo. Amen.
Historia tomada del
libro: Devoción Extrema (La Voz de los Mártires)
Reflexión inspirada en dicha historia.