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[Este mensaje se encuentra en el blog, Voz de Amor, lo publico aqui para beneficio y entendimiento de los lectores de este blog tambien. Dios les bendiga]
Intente “cerrar” este blog convenciéndome a mi misma que no lo estaba abandonando, cerrándolo o mucho menos echándolo a un lado, simplemente uniría el material de este blog con otro. La realidad es que cuando le dedicas algo a Dios, nada puede ser suplantado por eso. Este blog aun “cerrado” seguía haciendo hueco en mi corazón y las vidas de aquellos que llegaron a ser impactados por el mismo.
Me he dado cuenta que no hay forma de juntar su contenido con el de ningún otro blog. Esto es porque este blog es único y exclusivo para las palabras que Dios pone en mi corazón, en el, no caben otras palabras que no sean las de mi amado Padre Celestial.
La Palabra dice que Dios es celoso, es muy cierto, Dios es celoso con sus hijos, con lo que pone en sus manos y con lo que siembra en sus corazones. No quiere que nadie nos lo quite y tampoco quiere que nosotros se lo otorguemos a otros, “es tuyo, lo hice para ti y por ti”. El desea que compartamos lo que tenemos pero no que abandonemos lo que nos da.
Hace mucho Dios me decía, “te devuelvo tus ministerios”. Este blog, mas que “un espacio en la web”, es parte de mí, es un ministerio, es algo que Dios me dio y que no puedo abandonar así porque sí. No funciona de esa forma, ¿lo sabían? Cuando te entregas a Dios por completo tienes que continuar. “Cerrar” o “abandonar” algo de lo que construyas en ese camino y crecimiento con Dios hará mella en ti. No es como en la escuela secundaria donde poco importa si te llevas el último proyecto que hiciste o no, en la Escuela de Dios, que no es más que una vida guiada por su Espíritu, cada proyecto que realices debe acompañarte.
Y sin más preámbulos ni explicaciones, rompo el lazo rojo de “reapertura” o “nuevo comienzo” y vuelvo a abrir mi boca para compartir ‘la voz de amor.’ Nunca estuvo callada, pero si intentó ser silenciada por mucho tiempo. ¿Mi otro blog, ‘Bits from My Heart’? Permanecerá abierto, para su propio contenido y propósito.
Soy hija de Dios, sierva de un Rey y princesa de un trono celestial, pero a la vez sumerjo mi mente a la filosofía, lucho por defender la moral y los valores, soy vegetariana, defensora de los animales, quiero ser siquiatra y muchas cosas más…pero, como diría Pablo el Apóstol, ante todas estas cosas prevalece mi amor por Dios y su amor por mí.
Angelica Perez
